El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

martes, 18 de junio de 2013

LOS TANGOS DE TRIANA, EL TITI Y EL ARTE DE PELAY CORREA (II)


            El flamenco es contagioso; no se aprende, se contagia; no se enseña, se transmite. ¿Puro? Nunca hago nada por mantenerlo puro, porque a mí me gusta el flamenco que se mueve y no el de armario y cajón, un producto para ponerle naftalina y guardarlo. ¿Para qué sirve una cosa que no se usa? Admiro profundamente a los clásicos, adoro a Tomás y a Pastora, y a todos cuantos han cantado en Triana, pero esto tiene que circular, y no quedarse agarrotado. Beber de las fuentes, pero aportar, siempre aportar. Un artista toma una obra ya creada y reconocida y le pone algo suyo; la cosa funciona –debe funcionar- de esa manera. Unos la calcan y la reproducen tal cual; los imitadores, los copistas -de los que Bohórquez algo chanela- abundan en nuestro panorama flamenco, sobre todo en el  cante. Otros destrozan la obra, la mutilan o la deforman y la venden como algo nuevo. Los genios, gracias a Dios, la enaltecen y a veces la mejoran. El sello personal es lo que distingue a los unos de los otros. En los tangos del Titi, hay mucho de eso.
            Pacheco, el suegro de Velázquez, enseñaba pintura en su taller; cuando no hallaba palabras para describir determinado procedimiento, decía a sus alumnos: Hacedlo igual que mi yerno. Y podría funcionar, pero lo que pintaba Diego tenía su sello personal, incluso dejó de firmar algunos cuadros porque sabía que nadie los superaría. Ver esta página:

            Considero que este ejemplo puede ayudar a entender cómo a partir de los tangos de los patios, y poniendo, quitando, creando, re-creando, imaginando, en fin, puede establecerse un estilo propio del que gozamos en la actualidad y que da soporte a muchas interpretaciones de esta variante del tango de Triana.

LOS TANGOS DEL TITI
1.- Joaquin y Manuela

            “El Titi” le llamaban a Joaquin, un vecino de Pelay Correa que vivía en la casa de los Palos, muy cerquita del Morapio. Entre el Morapio y la casa de los palos estaba nuestro corral, al que unos llamaban el “corral pistola” y otros, como mi familia, el “corral nuevo”. En este tramo de Pelay Correa, entre el  49 y el 53 -números de aquellas fechas-, se concentraba un porcentaje de arte muy alto por metro cuadrado de Triana. Entre mis mayores se recuerda con mucho cariño a Joaquin y Manuela, por buena gente y por su simpatía. Tenían dos hijos que eran bailaores, Manuel y Carmen En este video que con anterioridad fue insertado en este blog, aparece Manuel el Titi, bailando con Pepa la Calzona. Impagable. Por un error, la que aparece rotulada como Carmen la del Titi es Pepa la Calzona. La otra gitana que baila se trata de Amparo, hermana de Pepa, y le acompañan a las palmas Carmen Montoya y El Morito.




2.- Manuel “El Titi”

            Manuel bailaba en la parrilla del hotel Cristina, a diez minutos de su casa cruzando el puente de San Telmo. Allí compartía cartel con una bailaora llamada Pepi Candil, aunque alternaba el baile con otros trabajos, como el de descargas en el muelle. Se casó con una prima de mi abuelo Carlos, Esperanza, y se vinieron a vivir a nuestro corral, justo al lado de mis tíos Pepe y Mercedes, sin cuya colaboración –la de ella-, esta entrada no hubiera sido posible. Le recuerda con mucho cariño, y dice que era una magnifica persona. Además y, como en aquellos corrales se escuchaba a través de la pared lo que decían los vecinos de al lado, cada vez que paria un hijo (antiguamente la gente nacía en su casa), El Titi la felicitaba por su valor. “No te hemos escuchado ni respirar”, le decía cuando acudían a ver al niño al día siguiente. En esta foto familiar y que, por supuesto me ha facilitado mi tía Mercedes, aparece “El Titi” junto a mi tío Pepe y  un grupo de amigos.


3.- Pelay correa, El Morapio y aquellas mañanas de arte

            Algunos días al volver de trabajar, cuando Manuel había prolongado su jornada en un “cuartito” de algún cliente de los “jartibles” de la época, o bien se había dado su propio homenaje, venía a parar al Morapio, donde remataba la faena. Entonces se corría la voz entre el vecindario y venían a verlo. El invitaba a todo el mundo, se sentía feliz allí y en aquel momento y entregaba todo su arte a su gente. Eso sí que es ser flamenco. 
        En este video realizado por Televisión Española y de los que voy a recomendarles apenas ocho minutos, canta el Titi, un poco mayor, los tangos, en el Alcázar de Sevilla. Es en el minuto 30.20. Entra con un ligero temple, y deja dos estrofas-monumento, concisas y sin adornos:

A la mare mía,
del medio me la quitaron
 cuando más falta me hacía.
Prima vámonos p´a Roma
que el Pare Santo es mú güeno
y al que es malo lo perdona.

            Luego canta el clásico “peros y manzanas orejones y brevas” mientras bailan dos gitanos viejos de la cava a la usanza de los bailes corraleros. Irrepetible. Después, Herejía hace una fantasía por tangos de Triana sobre un cuplé “La lumbre de tu cigarro”; baila Pepa la Calzona. En el minuto 35.00 entra el Moli con unos altísimos tonos, empieza por el pase misí, pase misá, una letra de un antiguo juego infantil, hasta llegar a los propios tangos del Titi, la letra

Le decía mi agüelo el Titi
a mi agüelita Manuela
arréglate que nos vamos
a tomar cafelito a Utrera

            Ahí se levanta El Titi a bailar y se produce el momento mágico, quizá lo mejor de todo el video. Acaba en el minuto 38.10.


                 Como me resulta imposible insertar el video, os dejo el enlace:



Próxima entrada: Historia, evolución, versiones y despropósitos de  los tangos del Titi.


domingo, 9 de junio de 2013

LOS TANGOS DE TRIANA, EL TITI Y EL ARTE DE PELAY CORREA (I)

            El tango flamenco es uno de los palos pertenecientes al árbol  de los cantes, y, de cuya evolución o inicios a partir de orígenes africanos, americanos o de otra disposición no entramos a analizar en esta entrada, por ser tema de otra distinta y de posible y futura aparición en este blog. Está lejos, aunque pueda compartir ciertos entronques, con los tangos americanos, aunque el nuestro lleva compás de cuatro por cuatro, es la base de otros palos de compás binario, y los temas de sus letras suelen ser de carácter alegre e ingenioso.
            Se diferencia además, del tango argentino, porque éste  tiene un compás de dos por cuatro. Popularmente, a este tango, se le conocía como “el llanto del cabrón”, por el contenido de sus letras, casi siempre relativas al desamor y a la traición promiscua. Gracias a Gardel y al auge que tomó en su época, se ha universalizado, existiendo academias y clubes en todos los países.
          
ESTRUCTURA DEL TANGO DE TRIANA

1.- El baile
            El tango de Triana es  de las fiestas de los patios y su razón de ser el acompañamiento de los bailes. Mi tía Mercedes,  rememora aquellas veladas nocturnas como de “los bailes de las viejas cachondas” –cachonda, en Triana, deber ser traducido como divertida y ocurrente-, por ser estas las que al final de la jornada de lavadero, cocina, plancha y fregado, encontraban un poco de diversión en un tiempo en el que no existían los programas del corazón, móviles ni internet, y un buen lugar donde entretener el estómago antes que la mente. Era un baile que, sobre todas las cosas, buscaba la alegría y la felicidad de quien lo contemplaba o de quienes participaban, sencillo, sin pretensiones, natural, de gráciles y sensuales movimientos, de desplantes y gestos un tanto irreverentes y que no comprenden ni comparten algunos ortodoxos, que no perciben que en ellos está la gracia y el salero del baile por tangos, y no en las sobriedades de las academias. Allí estaba la cátedra, en el patio, al fresquito del adoquín recién regado en verano o alrededor de la candelá las frías de invierno, donde la impartían aquellas mujeres, que adornaban su pelo con flores o jazmines de los arriates, sin volantes, sin arreglar y buscando nuevas formas cada noche, de las que luego mamaron y aprendieron tantos.
            Creo que este video es una buena aproximación a lo que allí se vivía, y  aunque  en este caso sea por bulerías, Pastora está recreando un ambiente trianero auténtico con esa forma de bailar. Está rodeada de estrellas, lástima que le falten los lebrillos, las macetas, el pilón y algún que otro acompañante.


  
2.- La melodía.
            Aunque no constituya ninguna regla fija, el tango de Triana suele utilizar la escala árabe, para ello, puede servirnos la tonadilla del famosísimo y más que celebrado
Triana, Triana,
qué bonita esta Triana…
aunque en algunos casos y en estilos personales, como en el del Titi, que trataremos ampliamente en una entrada próxima, pueden utilizar distintas tonalidades y escalas.
            En este video, nuestro Naranjito, en la velá de 1989, acompañado de Manolo Franco, los canta magistralmente. Aunque los enmarca con un largo temple, en los corrales se hacían sin templar, entrando directamente a la letra y repitiendo el primer verso varias veces. Muy típico también el recorte en el compás, guitarra y palmas en los tangos de Triana. Aquí se pueden apreciar. Aunque el video esté rotulado como tientos-tangos, en realidad se trata de tangos y nada más.





          
3.- las letras
            Los temas casi siempre hacen referencia al ingenio, a la chispa, al gracejo, aunque Antonio Mairena los grabara con temas más que trascendentes, muy serios. Siempre han servido, como se ha dicho más arriba, para la diversión y la fiesta. Suelen hacer referencia al arrabal, a su gente, a la alegría, a los sucesos cotidianos y picantes, al galanteo y, en fin, a todas las cosas bellas, genuinas y entrañables del barrio más universal.
            Como los cantes de fragua, ha servido también de base y ejemplo para otros estilos, está incluido en el repertorio de todos los cantaores y bailaores, y ha sido inspiración de músicos y compositores, tanto y de tal manera que  está llegando a sentar cátedra en esto de los tangos flamencos, y si no, díganme ustedes, después de ver este video -merece la pena-, grabado en Gasteig, Múnich, por Miguel Iven, un alemán que ha vivido en España y perfeccionado su estilo, incluso fue guitarrista fijo durante tres años en la academia de Manolo Marín, en Sevilla. Este es el reparto:

Miguel Iven (Composición & Guitarra), Conny Sommer (Percusión), Carmen Martín (Cante), Friederike von Krosigk (Castañuelas), Sebastian Ude (Violin,1st Solo), Theodor Toschev (Violin,2nd Solo), Hans-Günther Thomasius "Tomate" (Viola), Wolfram Stephan (Cello)

            Canta Carmen Martín, con poco empaque, una letra pobre y escasa, sólo dos  veces a lo largo de la interpretación:
 Ay, Triana,
 el aroma de tus noches
el brillo de tus mañanas…
            Pongan especial atención a Friederike von Krosigk,  ¡Como toca las castañuelas la alemana!



Próxima entrada: Los tangos del Titi.



José Luis Tirado Fernández


domingo, 2 de junio de 2013

EROS EN EL CAJON DE LOS CUBIERTOS


Loado dios, alado joven,
hábil arquero que ensartas
pasiones y apetitos; en tu mano
sostienes sin vigor tu flecha quebrantada,
punzante, dolorosa y atrevida
que, bien surca, silba y pasa
o acierta a la primera en su destino
 calando con su arista la diana.
¿Cómo te encuentro, desnudo y sin tarea,
en el sitio más extraño de mi casa?
¿Tenias algún plan con tus saetas?
o dime, mi  admirado ser, ¿a quién buscabas?
Caíste aquí como fin de tu carrera
y yaces, pues,  mártir de tu desgracia,
rendido de revuelos y retornos sin reserva,
de enredos, disparates y desganas.
¿Qué terrible naufragio, qué infortunio
truncó el curso de tu marcha?
¿Qué te trajo a tan extraño paradero,
qué te guió a mi morada?
La herida de tu dardo no asegura
lo que vale tu soldada,
ni el golpe de su efecto  la grandeza
del sitio donde acabas;
aquí, do duerme el dolor de la rutina,
disputo el esplendor a las cucharas,
guardo cuchillos, repaso tenedores
y recojo los restos de tus alas.


José Luis Tirado Fernández
Eros y Psique por Bouguereau